Para Georg Schmidt, Magister de la Gran Necrópolis
Estimado primo,
Ni en mis más desbocadas fantasías pude soñar con encontrarme en una situación tan ventajosa como la actual. Tras la "invitación" de nuestro querido Burgomaestre a abandonar el gobierno de nuestra hermosa ciudad y su "sugerencia" de cruzar el Río de la Sangre, pensé que mi vida estaba acabada. Pero hete aquí que la fortuna me ha vuelto a sonreír y he vuelto a medrar en la vida.