jueves, 8 de septiembre de 2016

Combate en Puerto Ahorcado


La taberna apestaba cerveza y ron. Los hombres sudorosos se agolpaban en las mesas mientras escuchaban el viento y la lluvia repiquetear fuera.

“¡Cuenta una historia viejo!” – rugió alguien de la multitud dirigiéndose a un marinero ajado y echo polvo. Una jarra y un vaso de inmundo ron volaron hasta su mesa.

“¿Cuál queréis perros?”

“La del combate  en Puerto Ahorcado”. Los murmullos de aprobación secundaron la idea.


El hombre aspiró, echó un gargajo y miró desafiante al resto de marineros.
“Bien, bien….. Todo empezó cuando aquel maldito elfo drow se acercó a nuestro bien amado puerto de gentes honradas…. No recuerdo su nombre…. Pero si su espada”.

“Se llamaba Kyel, creo recordar”.

“¡Maldita sea!”- bramó el viejo- “¡Se perfectamente cómo se llamaba! ¡Sólo trato de ponerle un poco de dramatismo al asunto!”.

La carcajada restalló como un trueno en la sala.

“El caso es que aquí en Puerto Ahorcado no se ven muchos elfos, algunos de paso. Y mucho menos un elfo drow. Esos bastardos son peligrosos pero escasos. Bien, pues ese Kyel se presentó aquí al lado, en el viejo barco de combate. Arrogante, con la piel oscura y el pelo blanco, pidió ver al mejor guerrero de toda la arena de combate. Y vaya si lo vio. Un gladiador, todo músculo y brazos, se alzó ante él, desafiante…….. El elfo le cortó la garganta y dejó que se desangrase a la vista de todos. Como un maldito conejo”.

“Tras aquella hazaña, ese malparido nos contó lo que quería. Básicamente buscaba a tres tipos. No sé el motivo. Un elfo hechicero, un hombre que llevaba una maza y decían que estaba loco y un rufián revienta bolsas”.

“¿Esos no eran los caza demonios? ¿Los que acabaron con los esclavistas”?

“¡Por todos los Antiguos! ¿Y qué si lo eran? Esta es otra historia!!!!!!”

De nuevo las carcajadas recorrieron el local.

“Bueno. El elfo drow repartió oro y pidió que le informasen. Para luego acomodarse en el viejo barco y dedicarse a estar en las sombras bebiendo vino. No sé por qué actuó así. Quizás no quería salir y mezclarse con nosotros, quizás era un señuelo. El caso es que no se tomó muy en serio su seguridad.”

“Como era de esperar, esos aventureros aparecieron desde el sur. Finalmente eran cuatro, pues llevaban a una especie de noble caballero con ellos. Venían ataviados como si se hubiesen enfrentado a un ejército de elfos y empezaron a vender armas y objetos de gran calidad. También comentaron algo de un rebaño de vacas. Las vacas de Kurt, el apestoso.”

“¿Kurt? ¿El pastor que cría esos monstruos de la basura?”

“El mismo. Finalmente se cruzó con los tipos equivocados que acabaron con sus inmundas mascotas y con su asquerosa vida. Pero no con sus vacas. Pero eso no tiene importancia”.



“En poco tiempo, esos cuatro aventureros descubrieron que algo iba mal. Y no tardaron en descubrir la presencia del maldito Drow. Supongo que esa gente se huele”

“¿Y qué hicieron?’”


“Bueno, fueron a hablar con él. Pero al mismo tiempo le tendieron una embocada. Le hicieron salir del barco al muelle y allí, con toda la ventaja del mundo. Le rodearon. Eran cuatro contra uno, completamente armados y preparados. El drow sólo lleva su espada encima. Pero lo que pasó fue… muy diferente a lo esperado. Fue… legendario”.

El silencio se podía cortar en la taberna.

“A pesar de estar rodeado, el drow sacó su espada y atacó como un demonio. Se enzarzó en un combate a muerte con el otro semielfo, que también llevaba una espada álfica y le cubrió de golpes. Esquivaba los mandobles del caballero con gracia y casi parte en dos al sacerdote loco de pelo rubio. Por un momento parecía que iba a deshacerse de ellos como si fuesen meros aprendices. Pero no fue así”.

“En cuanto el hechicero elfo entró en acción todo cambió. Invocó a un perro del infierno y su magia revitalizó a sus compañeros. Especialmente al semielfo que se rehízo y consiguió hacer retroceder a su rival. Esta vez era el drow el que estaba acorralado….”

“Hasta que repentinamente sus heridas comenzaron a cerrarse. ¡Alguien le estaba ayudando! Entre la multitud surgió una figura siniestra. Ya sabéis a que me refiero, un tipo vestido de negro, con capa y capucha y un bastón mágico de los que indican que nada bueno va a pasar. Y así fue.”

“De la nada, aparecieron media docena de criaturas siniestras: esqueletos armados que se abalanzaron sobre sus enemigos. El perro del infierno se enfrentó a ellos y el sacerdote loco invocó una fuerza sobrenatural que los empezó a devolver al infierno. Hechicero, sacerdote y nigromante se enzarzaron en un duelo épico…. Pero lo mejor estaba por llegar”.

“El combate igualado en magia y fuerzas. ¿Quién podría romper la situación? Fue la misteriosa magia de los aventureros la que les dio la ventaja final. Rompieron unas extrañas gemas y en medio de aquel campo de batalla improvisado donde había demonios, elfos, no-muertos y caballeros en una danza macabra, aparecieron dos criaturas elementales: de fuego y aire, invocadas de la nada”.

Un susurro recorrió la sala

“Juro por el barco que no tengo que es verdad maldita sea.” Gruño el viejo mientras apuraba de un trago su ron. “Y aquello acabó con la pelea. El drow lanzó una maldición en su idioma al hechicero elfo y se arrojó al mar sorprendiendo a todos. Trataron de darle caza pero se escabulló como un pez. ¿Quién lo iba a decir?”

“¿Y el nigromante?”

“Bueno, se puede decir que tuvo una salida por todo lo alto. Al verse rodeado, su capa se hinchó como si fuesen alas de murciélago. Y se fue volando!!! Perseguido por esa criatura que parecía un torbellino. Por un momento se enzarzaron en una lucha sobre los barcos de Puerto Ahorcado…. Hasta que la criatura perdió su poder y el mago despareció de la vista, tierra adentro”
Lo cuatro aventureros, los cuatros héroes habían vencido aquella extraña pelea. La mayor pelea que ha  visto este infecto pueblo…

Recostado hacia atrás, el viejo marinero bebió lentamente su cerveza.

“¿Cómo se llamaban esos hombres?”

Una sonrisa cruzó su cara.


“Sé muy bien sus nombres porque los volví a escuchar en muchas ocasiones. Eran Kender el saqueador, Ashur el sacerdote loco, Imrahil el invocador y Lord Enmanuel  Van Rick.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario