Vivimos en un mundo sin nombre, ya que, ¿quién quiere ponerle nombre al mundo? Tampoco ningún dios o entidad superior ha creado, porque ¿qué Dios permitiría un mundo con tanto sufrimiento? No, la vida, la muerte, la realidad existía por si misma en el Plano Material sin que nadie la crease.
Un mundo sin nombre y sin creador, pero no un un mundo sin dioses. Poco se sabe los tiempos primigenios, del origen de todo. Lo cierto, lo real es que hubo unos seres llamados Los Antiguos llegaron al mundo. ¿De dónde venían? Quizás de otro plano, de otra realidad, de otro mundo. Eran pocos, sólo diez, y eran dioses. Ellos no crearon la vida, pero le dieron forma a la civilización, a la magia, al mundo.
Los Diez Antiguos eligieron a una de las razas primigenias, los elfos, y la tomaron como suya. Sus hijos. Y los moldearon a su imagen y semejanza, dándoles la fuerza y la longevidad que conocemos. Les transmitieron sus conocimientos, les enseñaron a usar la magia y bajo su tutela, prosperaron. Aunque el tiempo no se se medía por aquel entonces, pasaron muchos años hasta que la civilización élfica maduró y dominó el mundo. Por aquel entonces había decenas de razas por el mundo y todos se rindieron a los elfos y a los Antiguos. Algunos como esclavos, otros como sirvientes o lacayos, pero ninguno como iguales, puesto que los elfos eran Los Elegidos.
Pero otro acontecimiento tuvo lugar en aquellos tiempos, otro acontecimiento que marcaría el origen de todos. Una raza surgió de la oscuridad y se dio a conocer al mundo: los enanos. Hasta entonces, la civilización conocida venía de los Antiguos y de los elfos. Pero de tierras oscuras y olvidadas, del submundo, surgieron. Una nueva civilización, con su historia, con su cultura y rezando a su propio dios.
¿Tenían algo que ver aquellos enanos con Los Antiguos? Dadas algunas similitudes con la cultura que ellos habían impuesto en el mundo, todo indicaba que sí. Pero los enanos reclamaban ser El Pueblo y los primeros pobladores del mundo. Su civilización y forma de ser se forjó a base de guerras en las cavernas y ellos se levantaron de la tierra y caminaron solos. Su aparición también supuso que otras razas se pusiesen a su servicio ya que muchos odiaban a los elfos, aunque lo cierto que los enanos les dieron un trato similar en muchas ocasiones.
La verdad nunca se se sabrá, lo único cierto es que la Llegada de Los Antiguos, la ascensión de los elfos como Los Elegidos y la aparición de los enanos como El Pueblo se consideran el origen de todo.